Seguía mirándolo atenta, ante mi falta de respuesta, se levantó y caminó hacia el armario. No podía dejar de mirarlo, volví a temblar y a sudar mientras daba cada paso, mi corazón se aceleró y si había algún indicio de que realmente no me estuviera llamando a mí, ni que me hubiera descubierto, era pura ilusión, el sonido de mi corazón era muy ruidoso.
Se paró frente al armario, tendió las manos y pasó lo inevitable, abrió la puerta, agradecí que lo hiciera lentamente así me daría unos segundos para respirar despacio. En un momento estábamos ahí mirándonos a los ojos, yo asustada y el preocupado.
- ¿Qué haces aquí? – lo dijo como si estuviera indignado. No le sacaba la vista de encima, pero tampoco emitía palabra. Ya no estaba tan nerviosa, sus ojos eran calmantes para mí. De todas maneras, era conciente de que estaba metida en un lío, en un gran lío. No tenía ni idea de cómo explicarle el porque estaba ahí. Me tendió su mano, yo la tomé con dudas y me sacó amablemente del armario. Se dió vuelta sin soltarme la mano y me llevó silenciosamente hacia su cama, me hizo sentarme y se sentó a mi lado. Me miró a los ojos, puso una sonrisa tranquilizadora y me acarició el rostro. Mi corazón volvió a palpitar rápidamente, era ridículo, no podía sentirme de esta forma junto a él.
- Disculpa que insista. Pero ¿por qué estabas en mi armario?- volvió a sonreí con esa sonrisa pícara y tranquilizadora. Me sonrojé hasta los huesos.
- No intentaba robar, no se en realidad lo que hacía, es que... quería saber algo sobre ti y entonces... – balbuceé, era peor que una niña que estaba aprendiendo a hablar.
- ¿Querías saber quién era yo, por que era tan extraño, por que mi familia te miraba de ese modo el otro día, etc, etc.? ¿Información que no podrías encontrar en otro lado quizá? – no me dejaba de sorprender, no podía haberlo explicado mejor. Me limité a asentir y bajar la cabeza. Con sus manos me subió el rostro para que lo volviera a mirar. – esta bien, te perdono, no voy a llamar a la policía ni acusarte de nada, se que me comporté raro. Pero tú eres verdaderamente una chica más rara, cualquier otra persona se alejaría de mí luego de algunos actos como los que yo hice, pero tu me quisiste vigilar e intentar saber más de mi. Me enteré de que viniste preocupada a verme para saber si estaba bien por la información que pasaron en la radio. – me sorprendía lo ilimitado de mi sonrojo. Cada vez me sentía más caliente, me asustaba la idea de sufrir una convulsión espontánea. – No quiero que te preocupes por mí. No quiero que te metas en esta clase de locuras por mi culpa.
Estaba escuchando, pero no prestaba atención, no podía quitar la mirada de sus ojos, estaba preocupada por ello, nadie normal puede mantener tanto tiempo una mirada sin antes bajar la cabeza dos o tres veces, o mirar para otro lado, pero yo estaba allí perdiéndome en sus ojos sin poder concentrarme en nada más, intentaba averiguar de que color eran. Todavía no podía descubrirlo.
- Alma, ¿me estás escuchando?
- Si, si si. – volví a la realidad, puse mala cara, era tan feliz dentro de esos ojos.
- ¿Escuchaste todo lo que hable con Lara verdad? – asentí nerviosa. – ¿entonces tendrás preguntas para hacerme? – volví a asentir, esta vez un poco más segura.
- Te escucho entonces. – respire profundamente. ¿Por donde podría empezar? - ¿quién es esa muchacha?
- Ella vive con nosotros, es una protegida de mi padre. Sus padres murieron hace muchos años y desde entonces vive con nosotros.
- ¿Y es como tu hermana?
- No, a penas la puedo soportar en esta casa.
- ¿Entonces por qué esta tan celosa de esa muchacha que tanto querés? – sus ojos se abrieron y me miró confuso. – bueno, ella siempre estuvo enamorada de mi, yo nunca quise saber nada de ella, nunca me deja tranquilo. Con ella por los alrededores nunca tengo paz.
- ¿Es por ella que te fuiste tan rápido el otro día y que me sacaste de la manera que me sacaste cuando vine hasta aquí?
- Exactamente.
- ¿Pero porque la otra persona me miró mal también? ¿Hay algo malo conmigo? – largó una carcajada
- Hay algo malo contigo si, estás sumamente desquiciada. – me sonrojé -Ese era mi padre, él siempre quiso que yo estuviera con Lara, pero obviamente nunca lo consentí y cualquier chica que no sea ella para el es horroroso.
- ¿Y ella por qué es tan egocéntrica? nos llamó mortales ilusos y no se que otras cosas más. – largó otra risita, mientras yo no entendía porque.
- Si, ella es así. No le prestes ninguna atención, no vale la pena.
- Ok! Pero... ¿de quien era la chica de que estaban hablando? – otra vez bajé la cabeza, intentando que no viera lo manzana que estaba quedando.
- ¿No lo sabes? – lo miré extrañada y negué con la cabeza. – eres tú.
Me puse de todos los colores, no me lo podía creer, estaba hablando de mí. Estaba enamorado de mí, estaba teniendo las mismas sensaciones que yo y quería protegerme.
- ¿Yo? – sonrió emocionado y pícaro
- Claro que eres tú, ¿quién más podría ser?
- Todas menos yo. No entiendo ese amor por mí
- Pero tendría que haber sido obvio para ti, después de que fui a verte, que te dije lo que te dije, que tuvimos una cita, un poco de autoestima Alma. Estoy loco por ti.
- Me tengo que ir – le dije, no sabía porque, pero no podía aguantar todo eso que me estaba diciendo. Me había asustado su extrema sinceridad. Me miró extrañado.
- ¿Justo ahora te quieres ir? Viniste hasta aquí, subiste por algún lado peligroso, te podrías haber matado porque por la puerta imposible que hayas entrado sin que nadie te viera. Te metiste en mi armario, ¿y tienes miedo de lo que te estoy diciendo? Mi teoría acerca de tu extrañes es cierta. – volvió a sonreí. – eres un encanto.
- Tengo que irme
- Está bien te acompaño hasta la puerta.
- No, no yo voy.
- ¿No te piensas tirar por una ventana verdad? – sin quitar su sonrisa irónica de su rostro. No pude soportarlo y me reí con él. Pero me abalancé a la puerta y me fui rumbo a las escaleras.
hola mi pequeña hermosa, perdón x no entrar antes a leer los cap, es q tuve algunos problemas y entre ellos estaba el no tener internet.... bueno bonita con respecto a este cap, q te puedo decir, la verdad q está muy lindo y x lo menos ya le queda claro a ella lo q el siente, bueno te dejo mil besos
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