- Flo, voy a tomar aire un segundo – quiso acompañarme pero yo me negué rotundamente, necesitaba ese momento a solas.
Me di media vuelta y me fui hacia la puerta. Detrás de mi vi de reojo que Gaby me había observado cuando hablaba con el chico y ahora cuando me estaba yendo del lugar. No le presté atención, preferí no pensar en eso.
Abrí la puerta débilmente, tanto que tuve que volverla a empujar. Salí de apuro, y entre corrí lejos de ahí. Me senté en un pequeño asiento que se visualizaba a lo lejos, a pesar de mis fortuitas ganas de desaparecer no quise irme más lejos que eso; tampoco quería preocupar a nadie.
No entendía porque estaba tan intranquila, a parte de lo de Benja; esto era obviamente por algo más, pero no entendía porque.
En realidad inconscientemente lo sabía, pero no tenía ningún sentido.
No pude engañarme, y volví mis pensamientos hacia el chico. No podía sacármelo de la mente, desde esta noche cuando todo sucedió. Todavía no me había sentado a pensar las cosas, es más, intenté en vano escapar de ellas.
Mi mente estaba claramente introducida en los ojos de ese chico, no creo que fuese malo, todo lo que hizo fue ayudarme en mi caída y mi desmayo. Me llevó a su casa y me cuidó de buena fe. Pero también era “culpa” de él, el hecho de que yo me haya caído, el me había asustado, el estaba ahí observándome desde el momento en que yo había ido al bosque con mi clase. Eso no podía ser algo normal. De todos modos, no tenía ningún indicio de que fuera un acosador o algo por el estilo, al contrario me parecía sumamente dulce y atento. Pero no hay un perfil para un loco sicótico acosador ¿no? Pero no puede ser as í.No podía dejar de convencerme de que el no era uno de esos.
- ¡Alma! – miré moviendo la cabeza rápidamente. Era Gaby que irrumpía mis pensamientos - ¿Estás bien? ¿Esperabas a alguien más? – claramente se dio cuenta de mi cara de desilusión
- No, no, no esperaba a nadie. Solo me sorprendiste.
- OH! Disculpa, no quería asustarte. Solamente te vi venir sola para acá con una cara nada buena, entonces quise venir a ver si estabas bien. Disculpa que sea tan pesado, es la segunda vez que te vengo a parlotear.
-No te preocupes, estoy bien, no me molesta que vengas a hablar conmigo. Solo me abrumó un poco la gente y quise salir a tomar aire – obviamente no me creyó, había entrado al lugar hace solo unos minutos y luego de hablar con el chico decidí irme. Nadie creería eso después de haber visto la escena. Pero de todos modos lo dejó pasar. No me sorprendía, él siempre fue un caballero.
- ¿Te molesta si me quedo contigo? Tampoco me gusta mucho eso de la gente, ya me conoces. – sonreímos juntos un momento. Éramos tan parecidos.
- No, claro que no. Te puedes quedar – lo dije, a pesar de querer en mi mente que el fuera otra persona. Se merecía todo lo que el quisiera y yo me sentiría un poco aliviada con su compañía.
Quedamos unos momentos en silencio, pero como siempre no era incómodo; no era porque no tuviéramos nada para decirnos, simplemente nos sentíamos tan bien uno con el otro que no necesitábamos hablar para estar en contacto o para poder entretenernos. Eso siempre fue una de las cosas que más me gustaban de nosotros dos.
Comenzó a preguntarme sobre mi día, el bosque, la experiencia y como me sentía yo, estaba muy nervioso, podría jurar que quería llegar a algo más, pero no iba a serlo así como así, estaba dando muchas vueltas.
- ¿Y ese chico con el que hablabas? ¿Lo conoces? – estaba un poco avergonzado y ansioso. Se notaba en lo rápido que había hecho las preguntas y había entrado en el tema prácticamente de la nada. Mis sospechas estaban acabadas.
- Si, lo conozco.
- ¿Y quién es? ¿No es del pueblo verdad?
- Se mudó hace poco para la ciudad, los dueños del baile son sus padres, según lo que me contó.- Se quedó en silencio un segundo
- ¿Y de donde lo conoces? - ¿Que decirle? ¿Que lo conocí porque me escape a ver el bosque sola, que me recogió y me llevó a su casa? ¿Que descubrí que me hizo vibrar el corazón a penas lo vi? ¿Como decirle algo así?
- Lo vi en el bosque el otro día, el vive enfrente, en una hermosa casa, aquella que estaba toda oscura y llena de enredaderas – odiaba mentirle, pero no podía decirle la verdad esta vez. Aceptó aquello sin ganas como sabiendo que yo le estaba mintiendo, y no sabía porqué. Desconfiaba como nunca, lo conocía y el a mí. Otra vez decidí entrar, quería escapar de aquella conversación, ya no me sentía tan cómoda como antes.
Nos levantamos y marchamos hacia la puerta, al entrar cada uno se fue para diferentes lugares.
Fui hacia donde estaba Flor que me miró un poco confusa al verme llegar con Gaby, pero mi mueca respondió toda duda.
Estaba buscando casi desesperadamente al chico, no lo encontré por ningún lado, por lo que me limité a divertirme con mis amigos y pasar un buen momento. La noche transcurrió tranquila, a pesar de algunas molestas miradas por parte de mi hermano, y otras de Gaby, no era que quisiera, pero me sentía observada por lo que de vez en cuando se me escapaba la mirada para donde ellos se encontraban. De vez en cuando entrecruzaba las miradas con mi hermano cuando me descubría mirando a Gaby y me lanzaba una mirada casi asesina, automáticamente volvía mi cabeza, no quería más malos entendidos, ni problemas.
Se escabulleron también algunas preguntas de mis amigos provenientes del chico aquel que nadie conocía, solo yo, y de cómo las cosas estaban con Gaby. Obviamente contesté limitadamente, por un lado porque estábamos en un baile y la conversación no era algo que se diera bien; y por otro porque no quería hablar de ninguno de los dos chicos.
Nos fuimos bastante tarde; aquella noche no pude dormir.
hola Ambar como estas tanto tiempo, perdón q no te escribí antes, es q estuve enferma y estoy con nuevo trabajo, así q llego a casa rendida y sin ganas siquiera de entrar en la compu. hoy x fin pude leer los cap, y como siempre quede hiper conforme con lo q lei, cada día te superas a vos misma niña, de verdad muy buenos. bueno acá me quedo a la espera de los próximos, muchisimas gracias por seguir ahí y por regalarnos esta historia, besos!!!!
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