lunes, 23 de agosto de 2010

CAPITULO VIII: MENTIROSA

- ¡¡Ali!! ¿Estás bien? Alma, contéstame por favor – no me di cuenta de que Cris me estaba hablandohace rato, debería de estar preguntándome si estaba bien, no era capaz ni de escucharlo ya, hasta que reaccioné.
- Soy una basura. No puedo creer lo que le acabo de hacer. Soy una idiota. Necesito ir a buscarlo.
- ¿Y el chico? – no podía pensar más, ya me estaba desesperando.
- Decile que me tuve que ir, que me disculpe pero necesito enmendar un error ahora mismo. – corrí hacia mi carro. Tampoco tuve el valor de mirar hacia atrás para ver a Nahuel, estaba haciendo todo mal. Él de seguro no me iba a querer ver más, pero a pesar de mis ganas de quedarme con él, no podía dejar que Gaby se fuera dañado de esta manera por mi culpa y no hacer nada, seguía siendo importante para mí. No podía tirar todo por la borda, por alguien que recién había conocido, por mas que mis ganas de estar con el fueran superiores.
Manejé sin rumbo, no tenía ni idea a donde se había ido, a la casa seguro no iba a ir, su familia iba a estar ahí y no iba a querer pasar por un cuestionario sobre su extraño estado de ánimo. Debería de ir andando como yo hasta saber a donde podría parar a pensar, de seguro, sería digno de el. No es irresponsable, no manejaría a lo loco, ¿o si? ¿O en circunstancias como esta si? Nunca peleábamos, nunca lo había visto manejar a lo loco, cuando se peleaba con alguien iba a mi casa o a su casa, o a donde fuera a pie, prefería hacerlo por miedo a chocar. Pero esta vez no. "Ya se, su rumbo de seguro había sido contrario a el pueblo, donde la gente iba a estar por allí dando vueltas" parlotee. Tomé el lado contrario y manejé, hasta que visualicé su auto a lo lejos, varado y él no estaba dentro. Paré detrás de su auto, sin rastros de el. Debería de haber ido hacia los árboles a encontrarse con algún lugar tranquilo para pensar. Me bajé rápidamente y caminé torpemente hacia el bosque, el mismo que era tan hermoso al principio, en ese punto no lo era tanto. Esa parte del bosque era la más normal de todas. Entré por un sendero casual que se encontraba allí e imaginé que sería el camino, caminé y caminé por unos cuantos minutos; no tenía idea del tiempo. Nunca usaba reloj, no era algo que me gustara llevar a cuestas, tampoco tenía el celular. Así que no tenía idea de tiempo, espacio o pensamientos. Hasta que en un momento lo encontré. Estaba allí de espaldas a mí, sentado en una roca al lado de la laguna donde el pueblo se juntaba para bañarse en días de verano. Obviamente en este momento no había nadie, estábamos en pleno invierno y ya era de noche.
Me acerque a el y vi que estaba fumando un cigarrillo con ansiedad, sus manos temblaban, no se si de nervios, por el frió o que. Pero temblaban. No se dio cuenta de que yo estaba allí, o no quería darse cuenta.
- ¿Gaby? - le pregunté con temor el cual se notaba en mi voz. No se dio vuelta; deducí que si se había dado cuenta de que estaba ahi. Simplemente no quiso voltear. – háblame por favor.
- ¿Qué pretendes que te diga? – estaba sumamente enojado, su voz era ronca, ya no impartía aquella tranquilidad y ternura de siempre.
- ¿Qué sentís? - suspiró, tiró el cigarrillo sin terminar, lo pisó y se dio vuelta tranquilamente.
- ¿Qué siento?, siento que me estoy desgarrando. Pero no es tu culpa, nosotros ya no estamos juntos; vos tenés el derecho de salir con quién quieras. Pero era tan necesario salir con alguien a un lugar donde sabes que todo el mundo estaría allí. Discúlpame, yo no te haría algo como eso. Mínimo respeto Alma; algo así es lo último que esperaba de vos.
- Pero Gaby, yo no estoy saliendo con él. Fuimos a tomar algo tranquilamente, porque el me ayudó una vez cuando yo me desmayé y simplemente le estoy haciendo un favor, ya que no conoce a nadie. Por eso no tuve problema en ir a un lugar donde todo el mundo me viera. No pasa nada entre el y yo – "¡¡¡MENTIROSA!!! claro que no te importaba lo que los demás pensaran. Pero porque sos una egoísta, porque si te interesa ese chico, porque ni cuenta te diste de que alguien pudiera contarle a el, porque no tuviste un respeto. Porque ni siquiera se te pasó la cabeza sus sentimientos ", me dije a mi misma, sabiendo en que me metía. Hubo un silencio casi sepulcral. No me miraba, no se ni siquiera si estaba respirando.
- No importa, no tienes que darme explicaciones. Disculpa, reaccioné demasiado mal. No debería de haberme ido así, tendría que haber oído tus explicaciones. Tiene sentido lo que dices. ¿Qué te pasó que te desmayaste, te encuentras bien? – Dios mío, se estaba preocupando por mi. ¿Cómo esto había pasado de ser yo una mierda, a el sentirse mal? ¿Cómo podía ser tan malvada? No me reconocía, cada vez lo hacía menos. Le estaba mintiendo a la persona más hermosa y sincera que jamás había conocido. Y me creyó.
- No nada, ya estoy bien. Simplemente fue un desmayo tonto, pero el estaba por ahí en el momento justo y me ayudó. Por eso lo conocí. No te sientas mal, tienes toda la razón de enojarte conmigo de todos modos.
- No claro que no. No tengo porque ponerme de esta manera como un niño, tendría que haberte preguntado antes. Pero es que, fue tan extraño el momento, tu estabas allí con él y vi que se levantó de una mesa donde nadie más había. Y me di cuenta de que estaban solos, me imaginé cualquier cosa. Me crispó los celos y sentí que no te habías preocupado por mis sentimientos. – tenía toda la razón, pero no podía herirlo más, si eso hiciera que yo fuera una persona de lo peor no importaba ya. Lo estaba siendo. Me acerqué a su lado, y lo abracé.
- Te amo Alma. No puedo evitar sentirme así, discúlpame. Se que estoy siendo egoísta – ¿como hacía este hombre para sentirse de la forma menos indicada en el momento en que yo era la que hacía todo mal? – pero no puedo dejar de comportarme como un maldito bebé cuando estoy a tu lado, cuando pienso en ti o cualquier cosa que tenga que ver contigo. – no podía sentirme peor. Nada podía disfrazar mi cara de pena y de odio hacia mi misma.
- No te culpes, yo soy la que esta haciendo todo mal. Tu solo haces cosas que no puedes controlar, pero no le haces daño a nadie. No quiero que hablemos de culpables, solo quiero que no estés así. Eres una excelente persona, y puedes encontrar alguien que realmente pueda darte lo que tu vida necesita, y lo que tu amor necesita. Yo no soy la indicada, no en este momento. Mi cabeza no esta en su lugar como para seguir una relación como la que tu quieres y mereces. – lo alejé de mi, no quería seguir hiriéndolo.
- Alma, me voy a ir del pueblo. – mis ojos se volvieron a abrir como dos platos.

1 comentario:

  1. hola pequeña como estás? perdón por no comentar más seguido, q te puedo decir de esta serie de cap, simplemente fantásticos, muy buenos, me gustan bastante las actitudes de Nahuel para con Alma, no me convense mucho la forma de actuar de ella, xq después de todo ya no tiene nada con Gaby, pero comprendo el sentimiento de culpa q está sintiendo, aunque sería más fácil si le dijera la vardad de sus sentimientos; y esa actitud de Gaby huyendo de todo, todavia no se q pensar sobre eso. La verdad me etás haciendo enganchar más de lo normal con esta historia, jajaja bueno hermosa te dejo y quedo a la espera del próximo cap, para ver q es lo q pasa con esa flia, te dejo mil besos y como siempre mis más sinceras felicitaciones!!!!!!!

    ResponderEliminar